Con la aparición del COVID-19 se ha alterado la rutina de todos y nos ha obligado a suspender muchas tareas importantes como, por ejemplo, llevar a nuestro peludo amigo al veterinario para mantener su plan de vacunación al día.

No tener el calendario de vacunación completo puede poner a nuestro fiel amigo en riesgo de contraer ciertas enfermedades, particularmente, si es un cachorro al que se le interrumpió su plan de vacunas debido a la cuarentena.

Dentro de las enfermedades más comunes que podría contraer tu peludo amigo, se encuentra la tos canina, o traqueobronquitis infecciosa. Ésta es una enfermedad respiratoria muy contagiosa que se transmite por el contacto con otros perros durante el juego, compartir juguetes o platos de comida, estadías en hoteles o guarderías. Como su nombre lo dice, produce una tos seca, a menudo con arcadas, que puede durar varias semanas.

Afortunadamente, esta enfermedad se puede prevenir mediante la vacunación. En este caso, la vacuna se da en la nariz, unas pocas gotas y tu compañero estará protegido por un año.

Mientras no esté vacunado, es importante que tu peludo amigo practique el distanciamiento “social/canino” y sigas los siguientes consejos hasta que pueda ser vacunado:

•     Impide el contacto de tu perro con otros perros cuando lo sacas a hacer sus necesidades.
•     Mantén a tu perro con una correa corta para que sea más fácil evitar los contactos.
•     No permitas que tu perro comparta su bebedero o sus juguetes con otros perros.
•     Evita acariciar perros de otras personas durante este tiempo.

Y tan pronto como la situación lo permita, consulta con tu veterinario de confianza para completar las vacunas de tu fiel amigo.

Para conocer más información sobre las enfermedades más comunes que puede contraer tu perro:

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