Para nadie es una sorpresa que nuestro planeta viene experimentando cambios en su clima y esto ha hecho que hoy sean mucho más frecuentes episodios o eventos meteorológicos que eran muy esporádicos en el pasado, es así como este año hemos podido experimentar una lluvia en pleno verano que originó graves problemas de anegamientos y deslizamientos de tierra y barro hacia lugares habitacionales. Los aluviones, no solo son peligrosos por la gran masa de barro que arrasa con todo lo que esté a su paso, sino que después del mismo, por todos los problemas sanitarios y riesgos por las enfermedades que pueden venir con ellos. Una de las enfermedades muy silenciosas y que puede suscitarse después de las tragedias naturales o que aumentan después de ocurrir un aluvión, por ejemplo, es la leptospirosis, esta enfermedad es provocada por una bacteria llamada Leptospira y es posible que las personas y animales, al tener que andar por barro y partes inundadas o donde hay apozamiento de aguas, puedan tomar contacto con esta bacteria.

Pero, ¿cómo se contrae?, se contrae cuando personas o animales toman contacto con agua o tierra que pueda contener orina u otros fluidos principalmente de roedores, es así como pueden llegar a tener contacto con nuestras mascotas e incluso afectarnos a nosotros. 

En la mayoría de los casos, los síntomas comienzan entre 5 y 14 días posterior a entrar en contacto con la bacteria, pero el rango puede ir de 2 a 30 días, por lo que es muy difícil de diagnosticar. Los síntomas pueden ser fiebre, dolor de cabeza, dolor muscular, vómitos, diarrea, dolor abdominal e ictericia (coloración amarillenta en ojos y piel). Esto porque los órganos más afectados son hígado y riñones. 

Normalmente las personas que están en mayor riesgo de contraerla, son personas que trabajan al aire libre o que están en contacto con animales, además también se suman las personas que realizan actividades acuáticas en lagos, lagunas, tranques y ríos, pero también están en riesgo quienes realizan jardinería. 

Además, aumenta de forma significativa el riesgo cuando se bebe agua de fuentes como arroyos, ríos, o agua que no sea segura de ingerir, también el bañarse en agua estancada, o nadar en aguas de inundación, ya sea porque se ingirió sin querer esta agua o alimentos contaminados o porque se tiene alguna herida o rasguño por el que pueda ingresar la bacteria. 

Es importante considerar que, posterior a grandes lluvias o inundaciones, todas las personas y animales que tengan contacto con esta agua, o tierra, podrían enfermar de leptospirosis.

¿Cómo se puede prevenir?

La forma más eficiente de prevenir el contagio de esta enfermedad es aprender a detectar potenciales fuentes de infección, hirviendo el agua en caso de no existir una fuente segura, evitando bañarse o realizando actividades en las que se pueda tener contacto con agua contaminada. 

De ser necesario ingresar al agua, debes cubrir las cortaduras o heridas que tengas con vendajes repelentes al agua. Además, debes lavar todo tipo de alimento que puede haber estado en contacto, también preocúpate de botar la basura en tachos cerrados para evitar que lleguen roedores. 

 En caso de tener que transitar por sectores con aguas estancadas, barriales, o sectores inundados, siempre debes utilizar ropa e indumentaria impermeable. 

Para prevenir la Leptospira, debe, además, tener presente como primera línea, proteger a sus mascotas, para eso preocúpese de vacunar anualmente su perro contra la Leptospira, tome las precauciones antes mencionadas y, en caso de un posible contagio, comuníquese inmediatamente con un médico, quien lo ayudará con su tratamiento.

Debes tener cuidado con tu gato, ya que aún no existe vacuna de prevención. Se recomienda realizar visitas periódicas al veterinario, en especial si acudiste con tu gatito a lugares como los descritos. 

Ante cualquier duda o emergencia, puedes encontrar tu clínica veterinaria más cercana

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